jueves, 20 de diciembre de 2007

CANON SGAE

La codicia recaudatoria de esta asociación “sin ánimo de lucro” no tiene límites. Pero ha sabido rodearse bien, y el gobierno acaba de legitimar su usura. ¿Realmente mira la SGAE por los autores? Lo que peor huele en este chiringuito es el elenco de “artistas” que han decidido velar por los intereses de sus compañeros. ¿Cómo pueden las descargas en emule perjudicar a Ramocín a o a Teddy Bautista? En primer lugar deberían haber compuesto algo alguna vez, y una vez compuesto, deberían haber tenido algún éxito. Otro de los que merodean por esta historia es Luis Cobos, cuya máxima creación fue añadir palmadas a los grandes clásicos ¿pagaría royalties a Bach o a Mozart por usurparles sus melodías?

Por otra parte, es vergonzoso la presunción de culpabilidad: es como si al sacarnos el permiso de conducir tuviéramos que pagar una multa, por si acaso la cometiéramos. Pagar un canon por un móvil, que la mayoría de la gente utilizará exclusivamente para comunicarse, o por una impresora ¿por qué? Lo próximo será pagar canon por un bolígrafo y folio en blanco, porque podremos utilizarlos para reproducir un libro. Y más tarde un canon por poseer oído, y poder oír las sandeces de los titiriteros; por poseer vista y ver, por tener palabra, y opinar, ya que esta gente gusta de apropiarse de todo lo que no les pertenece, incluidas las ideas, aunque no sean suyas.

Y lo que acaba de rematar la faena, es el pretender acaparar la palabra CULTURA. ¿Es cultura el disco de Jesulín de Ubrique o Tamara Seisdedos? Seguimos viviendo en un país de pandereta en el que el gobierno admite estos axiomas mientras los investigadores malviven con míseras becas hasta que emigran al extranjero, y nadie les protege.


Amigos en la red (Últimas actualizaciones)

Archivo del blog