domingo, 26 de mayo de 2013

Microsoft y Nokia ¿crónica del quiero y no puedo?


La desarrolladora de software Microsoft y los fabricantes de teléfonos Nokia son dos empresas punteras  que gozan de gran reputación. Sin embargo, en los últimos tiempos han ido perdiendo cuotas de mercado y han visto mermada su hegemonía. Windows, aunque siga siendo  el más extendido y su salud no corra peligro,  ya no es el sistema operativo único, y el software libre cada vez entra en más hogares. Además, con la aparición de nuevos terminales como son las tablets o los smartphones, se han impuesto Android, un sistema no propietario que ha permitido que estos dispositivos reduzcan sus precios y lleguen a más público.

Por parte de Nokia, la perdida de cuota de mercado se ha hecho más patente. La proliferación de constructores con modelos más económicos y versátiles han relegado a la compañía finlandesa en el ranking. Samsung, LG o Sony ofrecen móviles en el mismo segmento que Nokia. Además han aparecido otras empresas low-cost que ofrecen terminales más económicos. Todos ellos con un rasgo común: un sistema operativo común, Android. En el apartado exclusividad, Apple reina en solitario con su Iphone. Nokia se obsesionó en hacer la guerra por su cuenta y se chocó con un muro insalvable al intentar a toda costa que prevaleciera el sistema symbian. Inicialmente fue una alianza entre varias compañías para luchar contra Windows Mobile o Palm. Sin embargo, poco a poco los socios fueron descolgándose del proyecto para abrazar Android, pero los finlandeses intentaron mantenerlo.

Ahora, de nuevo diferenciándose de la tendencia mayoritaria, ofrece dispositivos con Windows Phone, la adaptación de Windows 8 para dispositivos móviles. Aunque el sistema de Microsoft sea más pesado, menos versátil y con menos aplicaciones que Android, el mayor riesgo lo corre Nokia, pues el principal mercado de Microsoft son los portátiles y sobremesa, pudiendo sobrevivir sin la hegemonía en los dispositivos móviles. Las preguntas a plantearse serían si ¿ha perdido Microsoft la batalla con Android? ¿Ha quedado Nokia fuera de juego debido a sus errores logísticos? ¿Es esta colaboración entre Nokia y Microsoft  un último intento de  dos gigantes por aferrarse a un mercado en el que ya no ocupan las posiciones de privilegio que ocupaban hace unos años? 
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

sábado, 18 de mayo de 2013

Facebook o el vértigo bursátil

Hace hoy un año Facebook se estrenaba en bolsa comenzando a cotizar en el Nasdaq y lo comentábamos en el post titulado  Burbujas y pinchazos tecnológicos. Allí afirmábamos que "por otra parte vemos como la web 2.0, con todo lo intangible del concepto y del negocio, se sobredimensiona y comienza a inflar otra burbuja que hoy traerá risas, pero mañana traerá lágrimas". 

Este primer aniversario de salida a bolsa de la popular red social tal vez sea un buen momento para reflexionar al respecto de esa burbuja que anticipábamos hace hoy un año. La pregunta de partida sería ¿cuál es el valor adecuado de la compañía? Cada acción de la misma se pagó se pagó en el momento de salida a 38 dólares. Minutos después, algunos inversores llegaron a pagar 45 dólares. Tres meses más tarde cayó a 17 dólares, el mínimo en este primer año. En la actualidad se mantiene en torno a los 25 dólares. 

Las inversiones en bolsa son pura especulación y un indudable tráfico de influencias. Empresas más tangibles, como Bankia en España, son capaces de llegar al borde de la ruina, recuperarse tras un cataclismo político y un inmoral rescate de la UE para multiplicar su valor bursátil por siete pocos meses después. Pero ¿qué ofrece Facebook? ¿Cómo se calcula su valor? ¿Realmente se manteniente de publicidad o los usuarios venden su privacidad a cambio de un acceso gratuito a la red social?
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo 

viernes, 10 de mayo de 2013

Al reescribir la historia, siempre surgen dudas e interpretaciones. Hay datos que se obvian, documentos que se trasconejan y las conversaciones no quedan registradas fehacientemente. Las palabras se las lleva el viento en el día a día y, a fortiori, con el paso del tiempo. Sin embargo los registros digitales quedan expuestos al dominio público por siempre – si es que se puede hablar de eternidad en una tecnología que lleva menos de dos décadas en nuestros hogares-.
El rastro de nuestras acciones en la red queda grabado y está disponible para quien sepa localizarlo. Nuestro currículo, nuestros hobbies, las fotos de nuestras vacaciones, nuestras opiniones en un blog… Todo está accesible para quien sepa buscarlo. En Facebook no basta con eliminar la cuenta para que desaparezcan nuestras aportaciones, habría que ir haciéndolo manualmente. Tarea harto difícil para un usuario, incluso poco activo, que haya hecho una aportación cada dos o tres días a lo largo de un año o dos.
A nuestras aportaciones habría que sumar las interacciones en las que somos citados por terceras personas. Pero también hay tener en cuenta aquellas que nos preceden y contra las que no podemos luchar: las multas que aparecen en los boletines oficiales, las cámaras IP que hay en zonas públicas… Por ello, incluso sin tener cuentas en redes sociales, parte de nuestra está expuesta en la red. Poco se puede hacer contra ello, excepto aceptarlo y comprender que estamos en una sociedad que depende de la tecnología digital y que explota sus posibilidades.   

alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

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