sábado, 30 de noviembre de 2013

Bluetooth, unificando tribus

El léxico digital ha enriquecido los diccionarios y el lenguaje cotidiano para representar nuevas realidades. Pero no siempre podremos hablar de neologismos en términos absolutos, pues los escenarios digitales suelen nutrirse de la mitología y el saber clásico (ver ¿Qué significa realmente ciber? 22/03/2009) para adaptar estos avances a las inquietudes humanas que han permanecido latentes por determinismo tecnológico. En honor a esta inquietud, los creadores del universo digital recurren con frecuencia a  metáforas retroactivas para designar estos avances, anteriormente soñados pero hasta ahora no conseguidos.

Al diseñar el Bluetooth, que técnicamente podemos definir  como una especificación industrial que posibilita la transmisión de voz y datos entre diferentes dispositivos mediante un enlace por radiofrecuencia,  Jim Kardach lo bautizó así en honor del rey danés y noruego Harald Blåtand. La traducción al inglés del nombre del soberano sería Harald Bluetooth. Pasó a la historia por unificar las tribus noruegas, suecas y danesas y por convertirlos al cristianismo. De la misma manera que el protocolo de telecomunicaciones ha unificado la intercomunicación entre PDAs, teléfonos móviles, computadoras portátiles, ordenadores personales, impresoras o cámaras digitales.

El logo de Bluetooth son las runas de las iniciales del nombre y el apellido de Harald Blåtand: Hagall y Berkana.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

lunes, 25 de noviembre de 2013

En los últimos tiempos estamos viendo como los usuarios digitales se afanan en trasladar su vida a la red. Pantallas capacitivas, discos duros, conexión 7/7 24/24, almacenamiento en la nube...  Todo vale por llevar al ciberespacio lo que somos, o lo que nos gustaría ser. La red se convierte en un escenario imprescindible para el homo sapiens digitalis, para el ciudadano del siglo XXI. 

La obsesión por el giga extra condiciona el éxito de productos tangibles o intangibles. Ponemos en digital nuestra vida. Fotografía, documentos, cuentas bancarias... Internet ofrece una vida paralela, dando continuidad digital al átomo. como reflexionaría Negroponte.

Sin embargo, no somos consecuentes de la fragilidad del medio.  No hay que recurrir a escenarios distópicos, como comentamos en el  post revolution. Ni a catástrofes naturales que impidan la producción de energía eléctrica aunque no conlleven consecuencias en los órdenes sociales. En ámbito individual y doméstico, un simple accidente -una avería irreversible de un disco duro, la desaparición de un servicio on-line de almacenamiento- puede hacernos perder nuestra vida digital, con el siguiente trastorno. 
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

viernes, 15 de noviembre de 2013

Gran Hermano: tan cerca, tan lejos

A finales de la primera mitad del siglo pasado, George Orwell escribió 1984, una novela que presentaba un tiempo futuro no muy lejano donde todas las dimensiones individuales de la persona eran controladas. 

Sin embargo, el fenómeno del Gran Hermano no ha hecho más que madurar y tomar posiciones con el paso del tiempo. La distopía de  Orwell se materializa y hace presente desde el mismo momento que manejamos un dispositivo conectado a Internet o desde que utilizamos un teléfono móvil. La tarjetas de fidelidad de los supermercados, de un modo más subterfugio y, aparentemente más rudimentario, cumplen la misma función: saber cómo, cuándo y qué consumimos. 

Sin embargo, el ciudadano medio ha aceptado dócilmente este tipo de control a cambio de prebendas varias, como descuentos en artículos o como daño colateral por poder estar comunicado o por tener acceso a una red supranacional de datos. Lo que pocos podían dar por cierto es que la agencia de seguridad norteamericana estuviera espiando, como ocurría tras la IIGM, a lideres nacionales europeos. Ahora, en plan paternalista, EE.UU, dice que los europeos deberían sentirse alagados de estar amparados por el paraguas protector gringo.

Sea como fuere, lo cierto es que con el desarrollo de las tecnologías de comunicación la sociedad de control cada vez está más cercana.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

domingo, 10 de noviembre de 2013

Revolution

Vivíamos en un mundo eléctrico, todo dependía de la electricidad, y de repente, se fue. Todo dejó de funcionar y no estábamos preparados. El miedo y la confusión dieron paso al pánico. Los más afortunados escaparon de las ciudades. Cayeron los gobiernos. Las milicias tomaron el poder controlando los alimentos y acaparando las armas. Seguimos sin saber la causa del apagón, pero esperamos que aparezca alguien y nos muestre el camino.
Texto de apertura de la Revolution

¿Qué pasaría si de repente la electricidad desapareciera del planeta? Seríamos capaces de desenvolvernos en un mundo retornado al siglo XIX con el conocimiento del siglo XXI? Revolution es una serie de televisión que se plantea este tipo de cuestiones, además de poner en entredicho los valores éticos de la humanidad, así como su solidaridad o tolerancia. Cuando la electricidad desparece, el orden social se revierte y el caos llega a las ciudades. Nuevas estructuras de poder se establecen en un mundo postapocalíptico y aquellos que ocupan las esferas de mando, se resisten a aceptar una posible vuelta a la realidad anterior.
 

alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

martes, 5 de noviembre de 2013

Agresividad contra el pc, válvula de escape analógica frente al estres digital

Una encuesta realizada a 8000 usuarios por el fabricante de dispositivos de almacenamiento Sandisk revela que el 17% de los encuestados ha golpeado su equipamiento informático desesperados ante las aplicaciones y archivos que tardaban mucho en abrirse. Por poco representativa que sea la investigación o por sesgada que sea la muestra, 1.500 españoles, que no es poco, reconocen haber mostrado agresividad hacia su ordenador y un hasta un 27% reconocen haberse puesto de mal humor para el resto del día. Y es que, aunque normalmente las máquinas que nos rodean nos facilitan la vida, a veces nos la complican en demasía, sobre todo a causa de la dependencia hacia ellas que hemos generado. El tiempo muerto digital, pues, se convierte en otra situación de generación de estrés en nuestras sociedades post-industriales. 

Si comparamos estos porcentajes con otros países, EEUU y China son los más comprensivos con sus terminales de acceso, con un 14% de agresores y los alemanes -como el niño del vídeo- los más agresivos, con una cifra que aumenta hasta el 23%. Tal vez sea necesario que el motor de Europa instaure una sociedad protectora de ordenadores. 

Quizá la extrapolación de esta actitud explique lo que esperan de nosotros, sus vecinos del sur, y cómo nos tratan cuando frustramos sus expectativas. Pero por aquí tenemos más aguante con que nos tomen el pelo. Aunque, puesto a profundizar en esto de la violencia digital, es España nos falta por averiguar quién lobotizó el ordenador de Barcenas.  


No más maltratadores de chips.
Tolerancia cero bits.
Solidaridad con los circuitos impresos afectados.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

Amigos en la red (Últimas actualizaciones)

Archivo del blog